1) ¿Qué c... cobraste?
2) ¿Quién te conoce?
3) ¡Cobrá una para nosotros!
4) ¡Viven en off-side!
5) ¡Se están tirando del otro lado!
6) ¡Que la largue!
7) ¡Inclinaste la cancha, payaso!
8) ¿Dónde jugaste al rugby?
9) ¡Torcida otra vez!
10) ¡Nos mataste a penales!
Son solamente diez de las frases que están registradas a fuego, como los diez mandamientos, en la membrana del tímpano de un referee.
Sí, un referee está preparado para todo. Se entrena dos o tres veces por semana, observa videos del partido que le designaron, y se prepara mentalmente para los 80 minutos del sábado.
Sí, la gente de rugby tiene que saber, que este tipo que juega siempre de visitante, que está solo en el medio de la cancha, que no tiene hinchada que lo banque; está preparado él solo, para bancar a las dos hinchadas.
Cuando entra a la cancha tiene bien claro las palabras del «Veco» Villegas, cuando decía: «El rugby es un medio para divertir, relacionar y educar». ¿Cuántos errores cometen los jugadores dentro del campo de juego? Seamos benévolos; dos por partido cada uno. Dos por treinta (sin los relevos): sesenta errores... ¿ustedes creen que un referee comete sesenta errores por partido? No, decididamente ¡no!
Bien.
Él no necesita que lo banquen, como se palmea a un apertura al que, a punto de marcar un try, se le cae la pelota. No necesita la palabra de aliento cuando no vió el pase foward que desembocó en un try. Pero... tampoco es bueno que desde la cómoda posición de la tribuna, y con un vaso de whisky o de café en la mano, y con la visión de tres o cuatro pares de ojos de los tradicionales amigos, se le reclame a los gritos una supuesta infracción.
¿Cuándo fue la última vez que leíste el reglamento completo de las leyes de juego? ¿Recordás la última modificación a la regla del line-out?
Te sugiero algo: en marzo acercate hasta a Unión de Rugby de Buenos Aires (Pacheco de Melo 2120); al atravesar la puerta, sobre la mano izquierda, está la asociación de referees. Anotate en los cursos de principiante, asistí a las clases, da los exámenes, tené charlas con los referees de divisiones superiores, participá de las clínicas de referato, rendí los test físicos, y después sí... estás en condiciones de cuestionar a un árbitro.
Pero en honor a la verdad, si hacés todo esto que te propuse, vos ya sos uno de los nuestros. Y entonces así, vas a entender que nuestro objetivo es hacer que treinta muchachos se diviertan y se hagan amigos gracias al rugby. Entonces ahora cuando veas un partido y el tipo que está al lado tuyo critique a los gritos al referee, estás en condiciones de decirles:
- Miren... el referee es como una pelota de rugby, siempre pica bien pero a veces pica mal.
El referee a veces pica mal, es parte del juego. Lo que si tenés que saber es que siempre juegan con buena fe. El error es parte de nuestra vida.
